🇪🇺 El sueño americano que se instaló en Europa

Cuando Disneyland Paris abrió sus puertas en abril de 1992, se convirtió en uno de los proyectos turísticos más ambiciosos del continente europeo. Bajo el nombre original de Euro Disney, el parque fue la primera gran apuesta de The Walt Disney Company fuera del mundo anglosajón. Se instaló en Marne-la-Vallée, a unos 32 km de París, tras varios años de negociaciones, estudios de mercado y propuestas desde diferentes países.

La empresa estadounidense llevaba años buscando una sede europea que pudiera replicar el éxito de Disneyland en California y Disney World en Florida. Se buscaba un lugar estratégico, bien conectado, con gran afluencia turística y potencial económico.

🇪🇸 España: la gran candidata que casi tuvo su Disneyland

España presentaba una candidatura muy fuerte. Para empezar, el clima. La Costa Dorada, en Tarragona, ofrecía un entorno privilegiado, con buen tiempo la mayor parte del año, ideal para un parque temático donde la experiencia al aire libre es clave. Además, los terrenos eran económicos, el turismo de sol y playa estaba en auge, y se contaba con el apoyo institucional de la Generalitat de Catalunya, que llegó a presentar propuestas detalladas para facilitar la instalación del parque.

Por otro lado, el estilo de vida mediterráneo, la riqueza cultural y gastronómica, y la hospitalidad típica del sur de Europa ofrecían un atractivo diferenciador.

Incluso algunos primeros bocetos de diseño del parque contemplaban una estética más acorde con el entorno español: colores más cálidos, arquitectura con toques moriscos y detalles inspirados en la historia local.

🗼 París ganó la magia: claves detrás de la elección final

Aunque España tenía muchas virtudes, Francia supo hacer una oferta más estratégica. Uno de los elementos clave fue la promesa del gobierno francés de construir una estación del tren de alta velocidad (TGV) justo al lado del parque. Esto permitiría un acceso cómodo desde París, Lyon e incluso otras capitales europeas. En ese momento, España todavía no contaba con un sistema AVE consolidado, lo que limitaba su capacidad para garantizar esa conectividad inmediata.

Además, en los años 80 Francia era el país más visitado del mundo. París ya recibía millones de turistas al año y su imagen internacional, asociada al arte, la moda y la cultura, encajaba perfectamente con el tipo de experiencia mágica y refinada que Disney quería ofrecer.

La densidad de población fue otro factor clave. La región parisina ofrecía un mercado potencial muy amplio, tanto por sus habitantes como por su excelente red de conexiones ferroviarias y aéreas. Desde el punto de vista comercial, tenía más sentido instalar el parque cerca de una gran capital europea que en una zona costera más orientada al turismo estacional.

💶 Rentabilidad y lujo: por qué Disney eligió Francia

Otro factor que no pasó desapercibido para Disney fue la diferencia en el poder adquisitivo entre Francia y España. En términos generales, la renta media francesa era y sigue siendo superior a la española.

Esto implicaba que los visitantes franceses estarían más dispuestos (y en mejor posición) para pagar precios más altos tanto por la entrada como por la comida, el merchandising y los hoteles del parque.

En una industria donde el gasto por visitante es tan importante como el número de asistentes, este detalle no es menor. En Francia, Disney podía mantener tarifas premium sin perder demanda. En cambio, en España, hubiera sido más difícil aplicar esos mismos precios sin ajustarse al nivel de renta local, lo que podría haber reducido los ingresos por cliente.

✨ París, el mejor aliado para la marca Disney

Más allá de la logística, hay un aspecto que pesó mucho en la balanza: el marketing. Vincular el parque a la ciudad de París fue una jugada estratégica para reforzar la marca. París es, globalmente, un sinónimo de belleza, arte, lujo y romance. Asociar Disneyland a esa imagen elevaba automáticamente el atractivo del parque, especialmente para turistas internacionales.

Mientras que otras ciudades europeas podían ofrecer sol, terreno o clima favorable, pocas tenían el “peso simbólico” de París. Para una marca que vende sueños, magia y fantasía, colocar su parque junto a una de las ciudades más emblemáticas del mundo fue una forma de asegurarse de que el proyecto sería percibido no solo como divertido, sino también como aspiracional.

🎡 PortAventura: el gran parque español que sí se hizo realidad

Aunque finalmente Disney eligió Francia, la propuesta española no cayó en saco roto. Pocos años después, en 1995, nacía PortAventura en la misma zona donde se había planeado originalmente instalar Disneyland. El parque, que comenzó bajo la gestión de Tussauds y luego pasó por Universal, se convirtió en uno de los principales destinos turísticos del país. Con el tiempo, creció hasta convertirse en un complejo que hoy incluye hoteles temáticos, un parque acuático y Ferrari Land.

De alguna manera, la energía invertida en atraer a Disney no fue en vano. La Costa Dorada demostró tener el potencial necesario para acoger un gran proyecto de ocio, y PortAventura es prueba de ello.

✔️ Fuentes

  • El País. (1992, 13 de abril). Euro Disney abre sus puertas en París. El País.
  • The Walt Disney Company. (2019). The Imagineering Story [Serie documental]. Disney+. (Capítulo 5: “A Carousel of Progress” explora la expansión internacional de Disney y menciona las opciones de ubicación en Europa.)
  • La Razón. El motivo por el que España se quedó sin Disneyland: así se eligió París en el último momento. La Razón.
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